Concentrador de vacío

El vacío final requerido por la bomba de vacío depende de los puntos de ebullición de los disolventes utilizados. Los puntos de ebullición más altos requieren un mejor vacío final de la bomba de vacío. Recomendamos las siguientes directrices

• hasta 100 °C, bombas de membrana con resistencia química de dos etapas con 7 mbar de vacío final
• hasta 150 °C, bombas de membrana con resistencia química de tres etapas con 1,5 ó 2 mbar de vacío final
• por encima de 150 °C, bombas de membrana con resistencia química de cuatro etapas con 0.6 mbar de vacío final.

La capacidad de aspiración viene determinada por las cantidades a evaporar. El volumen del matraz de evaporación es una buena orientación.

En nuestra Guía de selección de bombas de vacío encontrará las recomendaciones de productos adecuadas para los requisitos de su concentrador:

Con el control clásico de dos puntos, se conmuta una válvula de vacío para mantener el vacío dentro del rango de presión objetivo. Las bombas de membrana VARIO regulan el vacío con precisión a través del número de revoluciones del motor. Este control más preciso conduce a tasas de evaporación óptimas y a tiempos de proceso hasta un 30 % más cortos. También hace que la bomba sea silenciosa, reduce el consumo de energía y las vibraciones y prolonga la vida útil de las membranas.

Tanto con el control de dos puntos como con el control VARIO, el controlador VACUU·SELECT detecta automáticamente el punto de ebullición de un disolvente o varios puntos de ebullición de una mezcla de disolventes. Las bombas de membrana VARIO también ofrecen la opción de evaporación totalmente automática con ajuste de la presión de ebullición. Esto significa que la presión en el punto de ebullición no sólo se mantiene, sino que también se ajusta automáticamente al flujo del proceso. El proceso funciona a velocidades de evaporación óptimas, en el menor tiempo posible y sin formación de espuma y ebullición. Sólo tiene que pulsar el botón de arranque y podrá dedicarse a otras tareas.

Un condensador de emisiones (EK) a la salida permite una recuperación de disolventes de casi el 100 %. Un separador (AK) en el lado de entrada protege la bomba recogiendo el condensado y reteniendo las gotas y partículas. Si el concentrador no está conectado a una trampa de frío, recomendamos encarecidamente el uso de AK y EK.

Aquí hay que distinguir entre trampas frías para bombas de vacío y trampas frías para concentradores. La tarea principal de la bomba de vacío no es bombear el volumen de vapor, sino mantener la presión del proceso. Con cantidades de muestra más pequeñas, la bomba de vacío también puede manejar la carga de vapor. Debido a la mejor tolerancia a los condensados y a los productos químicos, en estos casos se recomiendan las bombas de membrana con resistencia química con separadores y condensadores de emisiones. En las bombas de membrana con resistencia química no es necesaria una trampa fría para proteger la bomba de vacío. El uso de trampas frías es más familiar en las bombas rotativas de paletas, ya que éstas son más propensas a la corrosión.

Para cantidades de muestra mayores, se suele utilizar una trampa fría para concentradores, que se conecta entre el concentrador y la bomba de vacío. Una gran parte del volumen de vapor queda atrapado allí para que la bomba de vacío no se sobrecargue. El vapor restante puede manejarse con una bomba de membrana con resistencia química adecuada, como se ha descrito anteriormente.

El concentrador y la bomba de vacío suelen tener conexiones para mangueras que se pueden conectar con un tubo. Si el concentrador está conectado a una trampa fría, la bomba de vacío también se conecta a ésta.

En los casos en que los tamaños de conexión de la bomba y el concentrador o la trampa fría difieren, ofrecemos accesorios adecuados como adaptadores.

En nuestra Guía de conexión encontrará todo lo que necesita saber para conectar su bomba de vacío a un concentrador de vacío.